El conglomerado chino de juegos ha añadido otro estudio a su establo.
Tencent ha anunciado hoy que ha añadido otro estudio de juegos a su cuadra mediante la adquisición de Slamfire, la empresa matriz de Turtle Rock Studios, desarrollador de Back 4 Blood.
Turtle Rock continuará con sus «operaciones independientes» desde su actual oficina en California, y sus cofundadores Phil Robb y Chris Ashton seguirán al frente. El estudio dijo que la adquisición le permitirá crecer en tamaño y ampliar sus ambiciones para Back 4 Blood.
«Seguiremos comunicándonos de forma transparente con todos vosotros, proporcionando actualizaciones de todos nuestros progresos a través de nuestro tablón de Trello, y ampliando lo que hace que Back 4 Blood sea tan especial», dijo Turtle Rock. «Además, conseguimos hacer algo que nunca antes habíamos hecho como estudio: convertir un universo que hemos creado en una verdadera franquicia AAA de larga duración. Ahora podemos asegurar que la franquicia Back 4 Blood está aquí para quedarse y que seguiremos trabajando en ella en el futuro».
«Somos grandes admiradores de los juegos de Turtle Rock, especialmente de su increíble enfoque en la creación de juegos cooperativos en línea», dijo el director de estrategia de Tencent Games Global, Eddie Chan. «No podemos esperar a ver lo que viene, y estamos emocionados de ser parte de su futuro».
Fundada en 1998, Tencent ha crecido hasta convertirse en uno de los principales actores del negocio mundial de los videojuegos. Además de sus estudios internos, es propietaria absoluta de Riot Games, Funcom y Fatshark, y tiene participaciones en empresas como Epic, Bluehole, Ubisoft, Activision Blizzard, Frontier Developments y Paradox Interactive. En noviembre adquirió una participación minoritaria en Playtonic, el estudio de Yooka-Laylee, y en julio adquirió Sumo Group, un desarrollador con sede en el Reino Unido que cuenta con 14 estudios en todo el mundo.
Tras la adquisición de Sumo Group, dijimos que es difícil exagerar la parte de la industria que Tencent posee ahora -sólo en 2020 invirtió en 31 empresas de juegos, aunque obviamente no todas esas inversiones acabaron en propiedad-, pero también se enfrenta a algunos retos importantes en su país. Las medidas enérgicas contra los juegos en China a principios de este año, que llegaron a incluir la suspensión total de las licencias para nuevos juegos en noviembre, tuvieron un efecto significativo en el precio de las acciones de Tencent, que sigue estando muy por debajo del valor máximo que alcanzó en febrero.
