El desarrollador de Phantom Blade Zero dice que no es anti-Xbox
Un día después, S-GAME emitió un comunicado oficial en el que se desmarcaba de esos comentarios. Aunque el estudio no negó rotundamente que alguien de la compañía pudiera haber hecho esos comentarios en ChinaJoy 2024, dijo que su sentimiento subyacente no coincide con sus «valores o cultura». En lugar de tener aversión a Xbox, el desarrollador de Phantom Blade Zero afirmó que actualmente está «trabajando duro» para hacer que su próximo RPG de acción sea lo más accesible posible. Para ello, el estudio chino no ha descartado futuras versiones del juego, incluida una posible versión para Xbox.
Recientemente, nos hemos dado cuenta de que algunos medios de comunicación han afirmado haber entrevistado a un desarrollador anónimo de S-GAME en Chinajoy, que parece haber hecho algunas declaraciones sobre las plataformas de lanzamiento y la estrategia para Phantom Blade Zero.
Queremos aclarar que estas afirmaciones…
– Phantom Blade Zero (@pbzero_official) August 4, 2024
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Gamescom 2024 contará con una demo de Phantom Blade Zero
Estos comentarios coinciden con algunas de las declaraciones anteriores de la compañía, en las que revelaba que no tiene un acuerdo de exclusividad con Sony, a pesar de que Phantom Blade Zero será una exclusiva de la consola PS5 en su lanzamiento. El juego de rol de samuráis también estará disponible para PC desde el primer día. Aunque Phantom Blade Zero sigue sin fecha de lanzamiento concreta, su desarrollador acaba de confirmar que planea llevar su demo jugable a la edición 2024 de la Gamescom, que se celebra del 21 al 25 de agosto. Dado que el marketing del juego de rol está en pleno apogeo, un lanzamiento en 2025 parece estar dentro de lo posible.
Aunque S-GAME no quiere verse arrastrada a debates sobre los pros y los contras de apoyar a Xbox, no todos los creadores de juegos son tan neutrales como el estudio chino. Por ejemplo, hace poco Remedy Entertainment dijo que la Xbox Series S es un problema para los desarrolladores debido a sus limitaciones de hardware, que deben tenerse en cuenta desde el principio de cualquier producción.