Una reciente investigación sobre la PlayStation 5 Pro revela que la nueva consola podría haber rectificado un supuesto fallo de diseño de la PlayStation 5 estándar. Supuestamente, este problema puede inutilizar por completo una PS5 y, aunque la consola no ha experimentado realmente fallos generalizados, parece que Sony tomó discretamente medidas para evitar que ocurriera en la PS5 Pro.
Dado que la GPU de la PS5 puede alcanzar los 2,23 GHz, Sony ha optado por utilizar metal líquido en lugar de pasta térmica en el chip de la consola para conducir el calor hacia el disipador. La ventaja del metal líquido es que ofrece una conductividad térmica mucho mejor que la pasta térmica, pero tiene un inconveniente importante. Si el metal líquido se sale de su envoltura, provocará un cortocircuito inmediato en la placa base y bloqueará el sistema de forma irreparable. A principios de 2023, algunos informes afirmaban que este problema podía producirse en las PS5 colocadas en posición vertical durante un largo periodo de tiempo, lo que provocó una gran preocupación entre los propietarios.
Por suerte, más tarde se aclaró que la interfaz de metal líquido de la PS5 sólo debería ser un problema potencial para las consolas usadas que han sido desmontadas previamente para otras reparaciones. Las PS5 nuevas y sin abrir presentan muy poco riesgo de que se produzca el problema, pero parece que Sony ha diseñado las partes internas de la PS5 Pro para mitigar las fugas de metal líquido en la medida de lo posible. El canal de YouTube How-FixIT ha publicado recientemente una comparación entre la PS5 Pro y la PS5 Slim en la que se observa que el bloque del disipador térmico de la consola más nueva tiene unos surcos en la superficie que probablemente ayudan a distribuir el metal líquido de forma uniforme por el chip.
PS5 Pro presenta un diseño optimizado del disipador que puede evitar posibles derrames de metal líquido
Se cree que las crestas de la superficie del disipador minimizan el riesgo de que el metal líquido se acumule en la parte inferior del chip y afecte negativamente a la eficiencia térmica de la PS5 Pro. En comparación, el área de contacto del disipador de la PS5 Slim es plana, lo que demuestra que Sony ha resuelto el problema del metal líquido con la PS5 Pro. Curiosamente, este no es el único cambio implícito que Sony ha introducido en la PS5 Pro. Antes del lanzamiento de la consola, se descubrió que Sony había incluido un compartimento de fácil acceso para la batería CMOS de la PS5 Pro, lo que permite a los usuarios sustituir el componente sin esfuerzo en caso de avería.
Hasta ahora, las fugas de metal líquido no se han manifestado en masa entre los propietarios de PS5, y muchos incluso niegan la posibilidad de que se produzcan problemas de este tipo. En cualquier caso, los retoques de diseño en el disipador de PS5 Pro demuestran que Sony está constantemente atenta a las posibles causas de fallo del hardware y las corta de raíz con las revisiones. Tanto la PS5 como la Xbox Serie X son sistemas bien diseñados, y parece bastante improbable que alguna de ellas se enfrente a casos tan notorios como el del Anillo Rojo de la Muerte de la Xbox 360.
